El Priorato independiente

P. Pedro, tercer prior del Monasterio de Los Toldos, primero del priorato independiente. 

La comunidad en los primeros años del priorato del P. Mamerto (tercero de la izquierda mirando de frente).

En 1968, el Abad Raimundo de Einsiedeln vino a visitar la fundación en Los Toldos, dependiente aún de aquella Abadía. Se alegró del aumento de la comunidad y tomó dos decisiones que le correspondían: nombró como tercer Prior de Los Toldos al Padre Pedro Alurralde, y dio al Monasterio la independencia canónica, en una celebración con mucho asistencia de amigos y vecinos, el 19 de Mayo de 1968. A los dos meses se recibió la aprobación de la Santa Sede. Como es característico en la vida monástica benedictina el superior le da su impronta a la comunidad. El P. Pedro, que había sido maestro de novicios, fomentó la realización de la renovación litúrgica y orientó las actividades pastorales y educativas de la comunidad. Suprimió el internado de la Escuela, manteniendo el colegio rural para el vecindario en una nueva ubicación, en el predio de las Hermanas de la Santa Cruz. 

Se intensificó la atención de huéspedes que hacían retiros y se siguió con la formación de los aspirantes y jóvenes monjes, prescindiendo definitivamente del oblatorio (especie de seminario menor). Los cursos bíblicos reunían a muchos jóvenes y religiosas de la diócesis. La irradiación religiosa y cultural se hacía cada vez más notable.

En el año 1974, la Comunidad del Monasterio Benedictino de Cristo Rey (El Siambón, Tucumán) atravesaba por un momento difícil. En un gesto de solidaridad, con ocasión de la visita canónica, siendo covisitador, el P. Pedro se ofreció para ayudarles, si la comunidad de Los Toldos aceptaba su renuncia, lo que sucedió el 9 de septiembre de ese año.

El 24 de Septiembre de 1974 la comunidad de Los Toldos pudo elegir por primera vez a su Prior. La elección recayó en el joven sacerdote P. Mamerto Menapace, quien había llegado al Monasterio siendo un niño de once años, para incorporarse al oblatado. La comunidad contaba en ese momento con 13 monjes de votos solemnes. El Monasterio iba a cumplir sus primeros treinta años y se mantenían los mismos ideales, propósitos y tareas de los comienzos.

Seguía siendo un centro de irradiación religiosa y cultural. El P. Mamerto con su predicación, sus cursos bíblicos, sus publicaciones y charlas colaboró para que el Monasterio fuera cada vez más conocido, especialmente entre los jóvenes. Fue asimismo muy importante su apostolado en las capillas del "Campo de la Tribu", su actividad en la Radio de Nueve de Julio y la organización de una peregrinación anual, en correspondencia con la que se hace el primer fin de semana de octubre al santuario de la Virgen de Luján (Provincia de Buenos Aires). Durante el priorato del P. Mamerto se comenzaron a asociar los monasterios de la parte sur de América Latina, que después constituirían la Congregación Benedictina de la Santa Cruz del Cono Sur (1976).