OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (610)

La parábola de los talentos

Hacia 1360

Innsbruck (Austria); o Nuremberg (Alemania)

Orígenes, Veintiséis homilías sobre el (libro) de Josué

Homilía IX: Sobre el altar construido por Jesús. La segunda Ley (Jos 8,30 ss. [LXX: 9,2])

Introducción

Los §§ 6 y 7 desarrollan el tema de una opción de vida diversa entre los cristianos: quienes aspiran a estar siempre en presencia del Señor, y quienes siguen al Señor por temor al castigo (§ 7.2). Se trata, por tanto, de dos propósitos diferentes (§ 7.3). Pero, advertencia importantísima, solo Jesús nuestro Señor puede discernir los espíritus y los corazones (§ 7.4).

Texto

Las montañas Garizin y Gebal

6.1. “También el prosélito, dice (la Escritura), y el nativo estaban juntos, la mitad junto al monte Garizin y la mitad junto al monte Gebal” (Jos 8,33 = 9,2 [4] LXX)[1]. 

6.2. ¿Cómo explicar estos textos? Realmente necesitamos la ayuda de Dios, para que podamos comentar y explicar con nuestras palabras las palabras divinas. ¿Cuál es esa mitad que camina junto al monte Garizin, y cuál es esa mitad que, aunque fuera salvada, sin embargo, no podía caminar junto al monte Garizin, sino que caminaba junto al monte Gebal? El monte Garizin tiene las bendiciones, el monte Gebal las maldiciones que amenazan a los pecadores (cf. Dt 27,12-13). Se establecieron, como está escrito en el Deuteronomio, seis tribus para las bendiciones en el monte Garizin, y esas tribus (eran) las más nobles y eximias, esto es: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín (cf. Dt 27,12). En cambio, las otras seis, innobles, para maldecirlas, entre ellas: Rubén, que subió al lecho y mancilló el lecho paterno (cf. Gn 49,4); y Zabulón, el último hijo de Lía (cf. Gn 30,19-20; Dt 27,13).

Hacia una lectura espiritual

7.1. Esos son los hechos que nos refiere la historia de los antiguos, pero ¿de qué modo dirigiremos la narración de esta historia hacia la comprensión espiritual, a fin de mostrar quiénes son los que avanzan hacia el monte Garizin, y quiénes son los que avanzan hacia el monte Gebal?

Dos categorías de personas

7.2. Yo veo dos categorías de personas que, por la fe, se apresuran y se dan prisa por llegar a la salvación: una, los que inflamados por el deseo de las promesas celestiales, con sumo esfuerzo y diligencia se empeñan para no dejar escapar la mínima parte de beatitud, teniendo el deseo no solo de recibir la bendición y “tener parte en la heredad de los santos” (Col 1,12), sino también estar en presencia de Dios y estar siempre con el Señor. En cambio, la otra son los también tienden hacia la salvación, pero no están tan inflamados por el amor de las bendiciones y los deseos de las promesas; más bien tienen en vista otra (realidad), diciendo: “Me basta con no ir a la gehena, me basta no ser enviado al fuego eterno, me basta con no ser echado a las tinieblas exteriores” (cf. Mt 8,12).

Dos propósitos diversos

7.3. Por tanto, cuando tal es la diferencia de propósito de cada una de las categorías de fieles, me parece que en ese texto se simboliza la mitad que se aproxima al monte Garizin, que es elegido para las bendiciones, indicando figuradamente a los que no temen los castigos, sino que por la bendición y el deseo de las promesas van hacia la salvación. En cambio, la mitad que avanza hacia el monte Gebal, en el que son proferidas las maldiciones, señala a los impulsados por el temor de los castigos y el miedo de los suplicios, que cumplen lo que está escrito en la Ley y así llegan a la salvación.

A Jesús corresponde el discernimiento

7.4. Esto es ya Dios solo quien lo conoce, entre todos nosotros, los hijos de Israel, quiénes hacen el bien movidos por el deseo del bien en sí mismo, quiénes, en cambio, de entre nosotros tienden hacia el bien por temor de la gehena y terror del fuego eterno, y se apresuran y esfuerzan por cumplir lo que está escrito. Porque es cierto que son más nobles aquellos que por el deseo del bien mismo y por amor de las bendiciones hacen lo que es bueno, que los que por temor al castigo siguen el bien. Solamente Jesús, por tanto, puede discernir entre todo el pueblo los espíritus y los corazones, y establecer a unos en el monte Garizin para las bendiciones, a otros, en cambio, establecerlos en el monte Gebal para las maldiciones, no para que reciban maldiciones, sino para que consideren las maldiciones prescritas y los castigos preparados para los pecadores, evitando incurrir en ellos.



[1] Garizin es la lectura de Rufino, conforme a la LXX; Garizim la Vulgata y Gerizim el hebreo. En tanto que Rufino trae Gebal, mientras que la LXX, Gaibal, y Ebal el hebreo, Hebal la Vulgata. Mantengo la grafía de Rufino para ambos nombres.