OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (598)

Jesucristo le confía a Pedro el cuidado de la Iglesia

Siglo XI

Evangeliario

Reichenau, Alemania

Orígenes, Veintiséis homilías sobre el (libro) de Josué

Homilía VI: La nueva Pascua (Jos 5,7-15). El país de Jericó (6,1 ss.)

La visión del Jefe del ejército del Señor

2.1. «Y sucedió, dice (la Escritura), que cuando estaba Jesús en Jericó, levantado los ojos vio a un hombre parado ante él, que tenía la espada desenvainada en su mano. Y acercándose, Jesús le dijo: “¿Eres de los nuestros o de los adversarios?”. Y él respondió: “Yo soy el Jefe del ejército de poder del Señor; ahora he venido”» (Jos 5,13-14)[1].

Josué adora al Jefe del ejército del Señor

2.2. Por tanto, levantando los ojos vio al Jefe del ejército del Señor; en consecuencia, antes no lo había visto, sino que fue entonces cuando vio al Jefe del ejército del Señor. Sin embargo, cuando Jesús lo vio, no lo vio como un hombre común, sino que comprendió que era algún poder. Se preguntó, con todo, si era un poder divino o del enemigo lo que veía, y por eso interrogó e indagó diciendo: “¿Nuestro o de los enemigos?”. Y aquel dijo: “Yo soy el Jefe del ejército de poder del Señor” (Jos 5,13b-14). Y cuando escuchó esto, «Josué lo adoró y dijo: “Señor, ¿qué mandas a tu servidor?”» (Jos 5,14). 

El Jefe de los jefes

2.3. ¿Qué es lo que nos enseña Jesús con esa (respuesta)? Aquello, sin duda, que dice el Apóstol: “No crean a todo espíritu, sino pónganlo a prueba a ver si es Dios” (1 Jn 4,1). Supo, por tanto, Jesús que no solo era de Dios, sino que era Dios. Porque no lo hubiera adorado sin reconocerlo como Dios. En efecto, ¿qué otro Jefe del ejército de poder del Señor existe, a no ser nuestro Señor Jesucristo? Y todos los ejércitos celestiales, los ángeles, los arcángeles, los poderes, “las dominaciones, los principados, las potestades” (Col 1,16; cf. 2,10), todas las criaturas que por Él fueron hechas, militan bajo el mismo Jefe, que es el Jefe de los jefes y que concede el principado a los príncipes. Puesto que Él mismo dice en el Evangelio: “Recibe el poder sobre diez ciudades”, y a otro: “Recibe el poder sobre cinco ciudades” (Lc 19,17-18). Este es el que regresó después de haber recibido el reinado (cf. Lc 19,15).

La presencia del Señor santifica la tierra

3.1. Veamos entre tanto lo que sugiere la lectura presente. Jesús está en Jericó, todavía los enemigos retienen la ciudad y aún no han sido vencidos; sin embargo, ya se le dice a Jesús: “Quítate el calzado de tus pies, porque la tierra en la que estás parado es tierra santa” (Jos 5,15). ¿Pero como es tierra santa cuando está en manos de los enemigos? Esto, tal vez, sea lo que se indica: que en cualquier lugar en que llega el Jefe del ejército de poder del Señor, santifica el lugar; porque esa misma Jericó no era un sitio santo, pero cuando llegó allí el Jefe del ejército del Señor, el lugar ya se dice santo. Yo incluso me atrevo a ir más lejos y digo que también Moisés en donde se encontraba (parado), por sí mismo el lugar no era santo, sino porque el Señor estaba con Moisés: la presencia del Señor santificó el lugar, y por eso se le dice: “Desata la correa de tu calzado, pues el lugar en que estás parado es tierra santa” (Ex 3,5).

Desatar los pies de nuestras almas

3.2. De donde también nosotros si accedemos al Señor por la conducta y las buenas acciones[2], nos haremos dignos de la protección[3]de Dios. Y se nos dirá que desatemos los pies de nuestra alma, si es que estuvieran apresados por los vínculos mortales. Puesto que esos son los pies que Jesús lava, y si no los lava no tendremos parte con Él (cf. Jn 13,8). Por tanto, si desatamos nuestra alma y nuestros pensamientos de los vínculos de las preocupaciones mortales, Dios también estará presente continuamente y nos protegerá gustosamente.



[1] La cita es conforme a la versión de los LXX, que coincide con el texto hebreo, excepto en el agregado: “de poder (dynameos)”.

[2] Vita et meritis. La versión francesa: “una vida llena de méritos…”.

[3] Ut adsistat nobis Deus. El verbo puede traducirse por asistir o proteger.