OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (446)

La parábola de los trabajadores de la viña

Hacia 1030-1050

Evangeliario

Echternach, Luxemburgo

Orígenes, Veintiocho homilías sobre el (libro) de los Números

Homilía VI (Nm 11,16-25; 12,1-15)

Sobre lo que está escrito: “Salió Moisés hacia el pueblo” (Nm 11,24), y de los setenta presbíteros (cf. Nm 11,16 ss.) y de la etíope que Moisés tomó como esposa (cf. Nm 12,1 ss.).

Aprender a beber en la fuente de la Sagrada Escritura

1.1. Muchos (pasajes) nos han sido proclamados simultáneamente, y ni la brevedad del tiempo ni la grandeza de los misterios nos permiten hablar sobre todos ellos. Nos será lícito, sin embargo, recoger de esas ingentes extensiones unas pocas florecillas, y no cuanto el campo produce, sino cuanto sea suficiente para apreciar el aroma. Lo mismo acontece cuando alguien acude a la fuente: no le es necesario sacar cuanto derrama un abundante conducto, sino cuanto mitiga la sed de una garganta reseca, no sea que, tomada más de lo justo, el agua saludable se vuelva perniciosa para el que la bebe.

Residir dentro y salir afuera

1.2. “Y salió, dice, Moisés hacia el pueblo, y habló las palabras del Señor” (Nm 11,24). Mientras Moisés escucha las palabras de Dios y es enseñado por Él, está dentro, reside en lo interior y se mantiene en lo secreto; en cambio, cuando habla a las turbas (cf. Mt 12,44; 13,36) y sirve al pueblo, que no puede estar dentro, se dice que sale afuera. ¿Qué figura, entonces, contiene tal discurso? Que todo doctor y maestro de la Iglesia, si mueve algo de los misterios profundos, si algo arcano y recóndito de la sabiduría de Dios profiere entre los perfectos (cf. 1 Co 2,6-7), en tanto que se mueva en los pensamientos profundos, debe decirse que está dentro y reside en las realidades interiores; pero cuando habla a las turbas y les proclama lo que es provechoso para quienes están fuera, y que puede escuchar el vulgo, se dice que “salió afuera y habló al pueblo las palabras del Señor” (Nm 11,24).

Pablo habla de una forma cuando estaba dentro, y de otra saliendo afuera

1.3. Esto veo que hizo también Pablo y que estaba dentro cuando dijo: “Hablamos entre los perfectos una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que serán destruidos. Sino que hablamos una Sabiduría de Dios escondida en el misterio, la cual no conoció ningún príncipe de este mundo” (cf. 1 Co 2,6-7). Ya ves cómo Pablo, cuando dice eso, está dentro y penetra lo interno y los secretos de la sabiduría divina. Pero cuando se dirige al pueblo (cf. Nm 11,24) escucha lo que dice: “No salga de su boca una palabra mala” (Ef 4,29); y: “Quien robaba, que ya no robe” (Ef 4,28); y: “Cada uno tenga su mujer”; y: “Cada mujer tenga su marido” (1 Co 7,2). Estas cosas y alguna otra semejante, habló Pablo al pueblo según la figura de Moisés, saliendo afuera.