OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (439)

La Transfiguración de Cristo

Siglo X

Evangeliario

Reichenau, Alemania

Orígenes, Veintiocho homilías sobre el (libro) de los Números

Homilía IV (Nm 3,39 - 4,49)

Los cuatro órdenes que propone el apóstol Pablo

2.1. Pero volvamos ahora al Apóstol Pablo, quien, contemplando todo esto, con el ojo del espíritu ya libre y descubierto, retirando el velo (cf. 2 Co 3,16) del Antiguo Testamento, dijo que en tales construcciones el primer pueblo “servía a la figura y sombra de las realidades celestiales” (cf. Hb 8,5). Al oír esto, considera si no serán quizás esos cuatro órdenes del campamento ejemplo y sombra de aquellos cuatro órdenes que Pablo, escribiendo a los hebreos, enumeró en los cielos (cf. Hb 12,22). Después, añade a los cuatro órdenes del campamento israelita los cuatro de los levitas; los cuales no desarrollaremos ni explicaremos tanto, cuanto haberlos al menos tocado e indicado y brevemente reducido a los pensamientos más puros, si con todo hay aquí quienes tienen sentidos puros y libres de los pensamientos terrenos.

Otro orden de números

2.2. “Conoce, dice (la Escritura), el número de los hijos de Caath” (Nm 4,2). He aquí que de nuevo se introduce otro orden de números. Una vez contados ya los hijos de Leví desde un mes para arriba (cf. Nm 3,15), se enumeran ahora los hijos de Leví desde los veinticinco años, pero no en adelante como en el resto, sino hasta los cincuenta años, y ese número se vuelve el principal y elegido; puesto que se añade a esto: “Todo, dice, el que procede a servir en los trabajos del tabernáculo del testimonio” (cf. Nm 4,3). Estos son los que se enumeran con un número mejor y en cierto modo más importante. Porque como se decía sobre los hijos de Israel: “Todo el que, entre los hijos de Israel, procede a la guerra” (cf. Nm 1,3-45), así también se dice esto: “Todo el que procede al ministerio, para hacer trabajos en el tabernáculo del testimonio” (cf. Nm 4,30). 

Las tareas en el tabernáculo del testimonio (cf. Nm 4,1-20)

2.3. Después de esto se dice cuáles son “los trabajos de los hijos de Caath en medio de los hijos de Leví según sus familias, en el tabernáculo del testimonio” (cf. Nm 4,4). “Entrará -dice (la Escritura)- Aarón y sus hijos, cuando se haya montado el campamento, y sacarán el velo con el que se cubren las cosas santas, y cubrirán con el mismo velo el arca de la Alianza” (cf. Nm 4,5).

Y después de esto se enumeran siete clases de objetos, que se prescribe cubrir. En primer lugar, como el más precioso de todos, la misma arca del Testamento será cubierta con el velo con el que antes se cubría; pero también será cubierta por arriba con una piel (color) de jacinto (cf. Nm 4,6). Se le agregará asimismo otro velo (color) de jacinto por arriba (cf. Nm 4,7). En segundo lugar, se cubre la mesa; en tercer lugar, el candelabro; en cuarto, el altar de oro; en quinto, los vasos del ministerio; en sexto lugar, se pone la cobertura del altar, con algunos velos; en séptimo lugar, se cubren los bordes, y nada de todo esto se deja desnudo o descubierto (cf. Nm 4,7 ss.). Finalmente, se añade también el precepto de este modo: “No quieran, dice, exterminar de su tribu a la gente de Caath” (cf. Nm 4,18), por cuanto sabían que serían exterminados, en el caso de que, al transportar los objetos, los tocaran con sus manos antes de que fueran cubiertos por los sacerdotes.