OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (275)

Pentecostés

Siglo XIII

Misal

Autun, Francia

Clemente de Alejandría (+ 215/216) [continuación]

CPG 1380. Hypotypóseis[1] (Hypotyposes). Fragmentos.

No se ha encontrado en Internet este texto en castellano, por lo que lo ofrecemos a continuación.

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, HYPOTIPÓSEIS (fragmentos)[2]

Libro IV:

1. “Por causa de los ángeles” (1 Co 11,10). Llama ángeles a los [hombres] justos y virtuosos. Por tanto, se oculta para no escandalizarlos mediante una acción deshonesta. Puesto que realmente los ángeles que están en los cielos también ven a la que ha sido convocada. Así [dice] Clemente, en el [libro] cuarto de las Hypotypóseis (Ecumenio [siglo VI], Comentario a la primera epístola a los Corintios, 11,1; PG 118,800).

2. “Pero si conocimos a Cristo según la carne” (2 Co 5,16). Así como de nosotros (se dice): “Según la carne”, cuando estamos en pecado, y el estar fuera de ellos [se dice] no “según la carne”. De igual manera también de Cristo se dice “según la carne”, porque padeció los deseos naturales, pero no se dice que estuviera sujeto [a ellos] “según la carne”. Pero lo mismo que Él fue liberado -afirma-, de igual manera nosotros -dice- no estaremos expuestos al sufrimiento (o: padecimiento) por la carne. Esto es también lo que (afirma) Clemente en el [libro] cuarto de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la segunda epístola a los Corintios, 5,16; PG 118,977).

3. “Nuestro corazón ha sido ensanchado” (2 Co 6,11) para que podamos enseñarles todas las cosas. Pero en sus entrañas son estrechos (o: se han hecho estrechos; cf. 2 Co 6,12), es decir, en el amor para con Dios, con el que deberían amarme a mí. Así [dice] Clemente en el [libro cuarto] de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la segunda epístola a los Corintios, 6,11; PG 118,989).

Libro V:

4. De los apóstoles del Salvador, ciertamente en verdad el nombre aparece claro para todos en los evangelios (cf. Mt 10,2-4; 3,16-19; Lc 6,14-16). Pero de los setenta discípulos, en ningún lugar se presenta catálogo alguno; sin embargo, se dice al menos que Bernabé era uno de ellos; de él hacen memoria especialmente los Hechos de los Apóstoles (cf. Hch 4,36; 9,27; 11,22. 30; 12,25; 13,1. 2. 7. 43. 46. 50; 14,12. 14. 20; 15, 2, 12. 22. 25. 35-37. 39), igual que Pablo cuando escribe a los Gálatas (cf. Ga 2,1. 9. 13). Y dicen que también era uno de ellos Sóstenes, el que escribe juntamente con Pablo a los Corintios (cf. 1 Co 1,1). La referencia (se encuentra) en Clemente, en el libro quinto de las Hypotypóseis, en el cual dice que también Cefas -sobre el que Pablo dice: “Pero cuando Cefas vino a Antioquía, me enfrenté con él” (Ga 2,11)- era uno de los setenta discípulos y que su homonimia con el apóstol Pedro era casual (Eusebio de Cesarea [+ 339], Historia eclesiástica [= HE], I,12,1-2).

5. El divino Juan habla en el Apocalipsis de unos venerables ángeles (cf. Ap. 1,4; 4,4), y los siete primeros los hemos reconocido en el [libro de] Tobías (cf. Tb 12,15) y en Clemente, en el libro quinto de las Hypotypóseis (Máximo el Confesor [+ 662], Scholia in liber de Divinis nominibus, 9; PG 4,225-226).

6. Sí, verdaderamente [los apóstoles] fueron bautizados, como recuerda Clemente, el autor de los Stromata, en el quinto libro de las Hypotypóseis. Porque al explicar la declaración apostólica (o: el texto apostólico) afirma la expresión: “Doy gracias [a Dios] porque no bauticé a ninguno de ustedes” (1 Co 1,14). Se dice que Cristo sólo bautizó a Pedro, Pedro a Andrés, Andrés a Santiago y a Juan y éstos a i todos los demás (Juan Mosco, El prado espiritual, 176; PG 87,3045).

7. “Pero los que son de Jesucristo [han crucificado] su carne” (Ga 5,24). A continuación, para que no digan: “¿Y quién hace eso?”, afirma: “Éstos son los que hacen tales cosas, quienes; crucificaron la carne de Cristo, es decir, su propio cuerpo -puesto que la carne de Cristo es nuestro propio cuerpo-, e igualmente se mortificaron en razón de las pasiones corporales; y no sólo crucificaron el cuerpo, en cuanto que llegó a ser algo pasional, sino también crucificaron las pasiones mismas, porque se encontraban sometidos [a ellas]; para (quedar libres) de ellas. Según esta interpretación interpone la [partícula] “pero”. O [puede entenderse] de otro modo: También afirmo esto, dice. ¿De una en una la forma virtuosa? Porque hay varias. Y hay quienes se crucificaron a sí mismos, con relación a las pasiones y a las pasiones en relación a sí mismos. Conforme a esta interpretación no hay que sacra (o: interponer) [la partícula] “pero”, sino que el sentido es: “Pero los que (son) de Cristo, o sea, los que le pertenecen, crucificaron su propia carne”. Así [afirma] Clemente en el [libro quinto] de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la epístola a los Gálatas, 11; PG 118,1157).

Libro VI:

8. En los mismos libros (Hypotypóseis; Eusebio de Cesarea, HE VI,14,1) (ha insertado) Clemente, sobre el orden de los Evangelios, una tradición recibida (o: establecida por) de los antiguos presbíteros, que es como sigue. Decía que de los Evangelios se escribieron primero los que con tienen las genealogías (= Mateo y Lucas), y que el Evangelio de Marcos tuvo el siguiente origen: (hallándose) Pedro en Roma anunciando públicamente la palabra y explicando el Evangelio por el Espíritu, los que estaban presentes -que eran muchos- exhortaron a Marcos, como le seguía desde hacía largo tiempo y se acordaba de lo que había dicho, a que lo expusiera por escrito. Después que lo hizo distribuyó el Evangelio a cuantos se lo pedían (o: lo necesitaban). Y al enterarse Pedro, ni lo estimuló, ni lo impidió ni lo incitó. Por consiguiente a Juan, el último, comprendiendo que lo corporal estaba ya expuesto en los Evangelios, estimulado por sus discípulos (e) inspirado por el s0plo divino del Espíritu, compuso un Evangelio espiritual. Esto [refiere] Clemente (Eusebio de Cesarea, HE VI,14,5-7).

9. Así es como, por residir entre ellos la doctrina divina, el poder de Simón se extinguió y se terminó repentinamente, junto con él mismo. Pero la luz de la religión brilló (de tal manera) sobre las inteligencias de los oyentes de Pedro, que como no se quedaban suficientemente satisfechos con oírle una sola vez, ni con la enseñanza no escrita de la predicación divina, sino que con toda clase de exhortaciones importunaban a Marcos -de quien se dice que (es) el Evangelio, que era compañero de Pedro- como para que les dejase también un memorial escrito de la enseñanza que de palabra les había transmitido, y no lo dejaron (en paz) hasta que el hombre lo tuvo acabado (o: lo realzó), y de esta manera se convirtieron en causa del escrito del llamado Evangelio de Marcos. Y dicen que el apóstol (= Pedro), cuando por, revelación del Espíritu supo lo que se había hecho, celebró la buena voluntad de aquellas gentes, aprobando el escrito para ser leído en las iglesias. Clemente cita el hecho en el libro sexto de sus Hypotypóseis, y el obispo de Hierápolis, llamado Papías, lo apoya también con su testimonio (cf. Eusebio de Cesarea, HE III,39,15). Y de Marcos hace mención Pedro en su primera carta; dicen que ésta la compuso en la misma Roma y que él mismo lo da a entender en ella llamando a dicha ciudad, metafóricamente, Babilonia, con estas palabras: “Los saluda la que está en Babilonia, elegida con ustedes, y mi hijo Marcos” (1 P 5,13; Eusebio de Cesarea, HE II,15,1-2).

10. Clemente, en el libro sexto de las Hypotypóseis, sostiene l0 siguiente: “Porque -dicen- después de la ascensión del Salvador, Pedro, Santiago y Juan, aunque habían sido los predilectos del Salvador, no se adjudicaron este honor, sino que eligieron obispo de Jerusalén a Santiago el Justo” (cf. Hch 12,17; 15,13; 21,18; Eusebio de Cesarea, HE II,1,3).

11. Pero una vez reconocida la expresión “los siete cielos” en la Discusión de Papisco y Jasón, escrita por Aristón de Pela, y Clemente de Alejandría, en el libro octavo de las Hypotypóseis, dice que la consignó por escrito Lucas (Máximo el Confesor, Scholia in liber de Mystica Theologia, 9; PG 4,421).

12. De Clemente en el [libro] sexto de las Hypotypóseis: También curó al leproso y dijo: “Preséntate tú mismo a los sacerdotes para que sirva de testimonio” (Mt 8,4; Mc 1,44; Lc 5,14) mediante esta transmisión. Los sacerdotes tenían la costumbre de curar a los leprosos con el poder de Dios en días determinados. Ahora bien, a este leproso, que no pudieron curarlo durante mucho tiempo, se le dijo: “Ninguno te curará, sólo Cristo cuando venga”. Ciertamente, muy conmovido el Salvador del leproso necesitado, cuando le hubo curado, le dijo: “Vete y preséntate tú mismo ante los sacerdotes para que sirva de testimonio” (Mt 8,4; Mc 1,44; Lc 5,14), porque, si (el leproso) fue curado, por él se les ha dicho, judíos -nadie excepto Cristo le curó-, que Cristo ha venido y deben creer en Él (G. Mercati, Un frammento delle Hypotiposi di Clemente Alessandrino, Roma, Biblioteca Apostolica Vaticana, 1904, p. 4 [Studi e Testi, 12]).

Libro VII:

13. Y el mismo (autor) en el libro séptimo de las Hypotypóseis, dice también sobre él (= el apóstol Santiago el Justo) lo que sigue: “El Señor, después de su resurrección, hizo entrega del conocimiento (= gnosis) a Santiago el Justo, a Juan y a Pedro, y éstos se lo transmitieron a los demás apóstoles, y los demás apóstoles a los setenta, uno de los cuales era también Bernabé. Y hubo dos Santiagos: uno, el Justo, que fue precipitado desde el pináculo (del templo) y rematado a golpes con un mazo de cardador; y el otro, el que fue decapitado”. De Santiago el Justo hace mención también Pablo cuando escribe: “No vi a ningún [otro] apóstol, excepto a Santiago, el hermano del Señor” (Ga 1,19; Eusebio de Cesarea, HE II,1,4-5)

   El modo como tuvo lugar la muerte de Santiago ya lo han mostrado las palabras citadas de Clemente, que cuenta cómo lo arrojaron desde el pináculo del templo (y) lo apalearon con un mazo hasta matarlo (Eusebio de Cesarea, HE II,23,3). Estas cosas las refiere por extenso Hegesipo y son compatibles con Clemente (Eusebio de Cesarea, HE II,23,3. 19).

14. Sobre este Santiago, Clemente, en el libro séptimo de sus Hypotypóseis, ofrece una historia digna de mención, declarándola como (proveniente) de una tradición anterior a él. (Dice) que el que le introducía ante el tribunal, al verle dar testimonio, confesó que también él era cristiano. «Ambos, entonces -dice Clemente-, fueron llevados juntos de allí, y en el camino pidió a Santiago que le perdonara, y éste, después de mirarle un instante, dijo: “La paz esté contigo”, y le besó. Y así es cómo los dos fueron decapitados a un tiempo» (Eusebio de Cesarea, HE II,9,2-3).

15. “A su debido tiempo” (1 Tm 2,6), dice; es decir, cuando los hombres mantenían convenientemente la fe. Así [afirma] Clemente en el [libro] séptimo de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la primera epístola a Timoteo, 2,6; PG 119,152).

16. “Mostrado a los ángeles” (1 Tm 3,16). ¡Oh, gran misterio! Los ángeles vieron a Cristo con nosotros, (puesto que) antes no lo habían visto, no como los hombres. Así [afirma] Clemente en el libro séptimo de las Hypotyposeis (Ecumenio, Comentario a la primera epístola a Timoteo, 3,16; PG 119,165).

17. “Y sobre todo de los de su casa” (1 Tm 5,8). Provee a los suyos y a los de su casa quien no sólo cuida de quienes necesitan cuidados, sino también de él mismo, cortando los propios afectos desordenados. Así dice Clemente en el [libro] séptimo de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la primera epístola a Timoteo, 5,8; PG 119,176).

18. “Si lavan los pies a los santos” (1 Tm 5,10), es decir, que cumplió sin vergüenza los últimos servicios a los santos. Así dice Clemente en el [libro] séptimo de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la primera epístola a Timoteo, 5,10; PG 119,177).

19. “Sin prejuicios” (1 Tm 5,21). Simplemente sin que haya ninguna sospecha (o: error) al caer bajo el juicio ni en el castigo de la desobediencia. Así dice Clemente en el [libro] séptimo de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la primera epístola a Timoteo, 5,21; PG 119,184).

20. “Que dio testimonio ante Pondo Pilato” (1 Tm 6,13). Porque dio testimonio por medio de lo que hizo: que Él es el Cristo, el Hijo de Dios. Así (dice) Clemente en el [libro] séptimo de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la primera epístola a Timoteo, 6,13,6; PG 119,192).

21. “Por muchos testigos” (2 Tm 2,2), es decir, por la ley y los profetas. Porque el Apóstol a esos les hacía testigos de su propia predicación (kerygma). Así (dice) Clemente en el [libro] séptimo de las Hypotypóseis (Ecumenio, Comentario a la segunda epístola a Timoteo, 2,2; PG 119,209).

22. Dice también [Clemente en las Hypotypóseis] que la Carta a los Hebreos es, ciertamente, de Pablo pero que fue escrita en lengua hebrea para los hebreos, pero Lucas la tradujo cuidadosamente (o: magníficamente) y la publicó (o: editó) para los griegos, de ahí que se encuentre el mismo colorido en el estilo de esta carta y en el de los Hechos. Y (dice) que (la expresión) “Pablo apóstol” (2 Co 1,1; Ga 1,1; Ef 1,1; Col 1,1; 1 Tm 1,1; 2 Tm 2,1) [es] natural que no esté en el encabezamiento, porque -dice- “como escribía a los hebreos, que tenían prevenciones contra, él y-, sospechaban de él, con absoluta prudencia no quiso alterarlos en el comienzo poniendo su nombre”. Luego, un poco más abajo añade: “Pero como decía el bienaventurado presbítero, puesto que el Señor, apóstol del Todopoderoso, fue enviado a los hebreos (cf. Mt 15,24), Pablo, que había sido enviado a los gentiles (cf. Hch 22,21), por modestia no se intituló a sí mismo apóstol de los hebreos, y a la vez por deferencia para con el Señor y porque, a pesar de ser heraldo y apóstol de los gentiles (cf. 1 Tm 2,7; 2 Tm 1,11), escribe, de añadidura, también a los hebreos una carta” (Eusebio de Cesarea, HE VI,14,2-4).

23. Si ciertamente las Hypotypóseis tratan de algunas expresiones de las Antiguas y Nuevas Escrituras, de las que [Clemente] también  sumariamente una interpretación y exégesis. Y en determinados lugares parece hablar con rectitud, pero en otras ocasiones se deja llevar enteramente a conclusiones impías y legendarias. Porque (piensa) que (existe) una materia eterna y unas Ideas, como fundando estas opiniones en expresiones de la Escritura, y también abaja al Hijo [de Dios] (al rango) de una criatura. Además imagina la metempsícosis y la existencia de muchos mundos anteriores a Adán. Afirma que Eva procede de Adán no como quiere la doctrina eclesiástica (cf. Gn 2,22; 1 Co 11,8; 1 Tm 2,13), sino de una forma vergonzosa e indigna de Dios (lit.: atea). Sueña con mezclar a los ángeles con las mujeres y con engendrar hijos de ellos, y que el Verbo no se encarnó sino en apariencia. Se imagina que (son) dos los Verbos que derivan del Padre, y el que es inferior es que se aparece a los hombres, o mejor, no aquél, porque afirma: “Se dice también que el Hijo es Verbo, por homonimia con el Verbo del Padre, pero no es éste el que se encarnó. Tampoco es el Verbo del Padre quien ha venido al corazón de los hombres, sino una determinada fuerza de Dios, una especie de efluvio del Verbo mismo que se ha hecho inteligencia”. Y trata de probar todas estas cosas con palabras de la Escritura. Y expone otras innumerables necedades y blasfemias, revestidas por él mismo o bajo su propio nombre. Y estas blasfemias extravagantes están puestas en ocho libros. Y habla en muchas ocasiones sobre ellas y reproduce las expresiones [de la Escritura] aquí y allá y confusamente (o: desordenadamente), como un necio. Toda la finalidad consiste en presentar una exégesis del Génesis, del Éxodo, de los Salmos y de las Cartas del bienaventurado Pablo, de las Epístolas Católicas y del Eclesiastés. Fue, como él mismo también dice, discípulo de Panteno. En esto consisten las Hypotypóseis (Focio [+ 891], Bibliotheca, 109; PG 103,384).



[1] Exposiciones breves o sumarias.

[2] Texto griego en: Clemens Alexandrinus. Dritter Band. Stromata Buch VII und VIII. Excerpta ex Theodoto. Eclogae Propheticae. Quis Dives Salvetur. Fragmente, Leipzig, J. C. Hinrichs’sche Buchhandlung, 1909, pp. 195 ss. (Die griechischen christlichen Schriftsteller der ernsten drei Jahrhunderte, 17); y en la colección Fuentes Patrísticas (= FP), n. 24, Madrid, Ed. Ciudad Nueva, 2010, pp. 318 ss. En líneas generales, seguimos esta traducción castellana, pero con varias modificaciones.