OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (47)

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El bautismo de Cristo
y las bodas de Caná
Antes de 1220
Salterio
Oxford (Inglaterra)
SEXTO (SEUDO), SENTENCIAS (conclusión)

300. Acumular riquezas es inhumano, pero también aceptarlas es contrario a la filosofía.

301. Si soportas tanto por el alma como soportas por el cuerpo, serás sabio.

302. Nada de lo que existe es perjudicial para el sabio.

303. En todo lo que hagas llama a Dios como testigo.

304. Dios confirma las buenas acciones de los hombres.

305. Un demonio malvado guía las malas acciones.

306. No puedes obligar a un sabio a hacer lo que no quiere, (como tampoco puedes obligar) a Dios.

307. Un hombre sabio muestra Dios a los hombres.

308. Dios se siente más orgulloso de todas sus obras que un sabio.

309. Nadie es más libre ante Dios que el hombre sabio.

310. Todas las posesiones de Dios, también lo son del sabio.

311. Un hombre sabio participa en el reino de Dios.

312. Un hombre malvado no aceptará la providencia de Dios.

313. Un alma malvada huye de Dios.

314. Todo lo mezquino es enemigo de Dios.

315. Considera tu inteligencia como la esencia de la humanidad.

316. Donde esté tu inteligencia, estará tu felicidad.

317. No busques la felicidad en la carne.

318. Lo que no daña al alma, tampoco (daña) al hombre.

319. Después de Dios, honra al hombre filósofo, como un servidor de Dios.

320. Es verdaderamente magnífico fatigarse por la carpa de tu alma, pero es bienaventurado poder ponerla a un lado suavemente cuando debes.

321. No seas la causa de tu propia muerte, pero no te irrites con el que quiere quitarte tu cuerpo.

322. El que por su maldad priva violentamente a un sabio de su cuerpo le hace un beneficio, porque lo libra de sus ataduras.

323. El temor de la muerte aflige a un hombre de alma sin experincia.

324. Sería mejor que las armas homicidas no existieran, pero como existen, no pienses que son para ti.

325. Especialmente en lo relacionado con la fe, ningún fingimiento permanece oculto por mucho tiempo.

326a. Como sea tu carácter, también será tu vida.

326b. Un carácter piadoso produce una vida feliz.

327. El que desea el mal a otro, es el primero en sufrir el mal.

328. Que un hombre desagradecido no te impida hacer el bien.

329. Si cuando te piden das algo de buen grado, no juzgues eso más digno que quien lo recibe.

330. Utilizas mucho mejor los bienes compartiéndolos gustosamente con el necesitado.

331. Convence a un hermano que carece de juicio a no obrar por ignorancia y así preservarse si obra de modo irremediable.

332. Esfuérzate por vencer a todo hombre en prudencia(1).

333. No tendrás comprensión hasta que sepas que no la tienes.

334. Practica el autocontrol (cf. 98).

335. Los miembros del cuerpo son un lastre para quien no los usa.

336. Es mejor servir a otros que ser servido por alguien.

337. No debe enojarse aquel a quien Dios no libera del cuerpo.

338. Considera peligroso no sólo defender una enseñanza nueva, sino también escucharla (cf. 296).

339. Cualquiera que da regalos con reproches ultraja.

340. Quien atienda a los huérfanos será un padre de muchos hijos y amado por Dios.

341. El que sirva por la gloria, sirve por un salario (cf. Mt 6,1-4).

342. Si has dado algo para ser conocido, no lo diste por la humanidad, sino para tu propio placer.

343. No exacerbes la ira de la multitud.

344. Aprende lo que debe hacer quien desea ser feliz.

345. Es mejor morir de hambre que dañar el alma con la intemperancia del estómago.

346. Considera que tu cuerpo lleva la impronta del alma; consérvalo entonces puro.

347. Lo que el alma busque inhabitando en el cuerpo, le acompañará como un testigo cuando vaya al juicio.

348. Los demonios impuros se disputarán la posesión del alma impura.

349. Los demonios malvados no impiden al alma fiel y buena (seguir) el camino de Dios.

350. No hables sobre Dios con todos.

351. No es seguro para los extraviados por una creencia escuchar sobre Dios.

352. Decir la verdad sobre Dios es un riesgo no pequeño.

353. No digas nada sobre Dios que no hayas aprendido de Dios.

354. Nada impío digas sobre Dios.

355. Honra una palabra verdadera sobre Dios como a Dios mismo.

356. No digas una palabra sobre Dios si no estás manchado con obras impías.

357. Una palabra verdadera sobre Dios es la palabra de Dios.

358. Cuando estés convencido que amas a Dios, entonces habla sobre Dios a quienes puedas persuadir.

359. Que tus obras de amor a Dios precedan toda palabra sobre Dios.

360. No cultives el hablar sobre Dios a la multitud.

361. Habla menos sobre Dios que sobre tu alma.

362. Es más deseable permitir una palabra casual sobre el alma que sobre Dios.

363a. Podrás dominar el cuerpo de un hombre que ama a Dios, pero no te adueñarás de su inteligencia.

363b. Como un león tiene poder sobre el cuerpo de un sabio, así también el tirano (controlará sólo) su cuerpo.

364. Cuando el tirano amenaza, recuerda sobre todo a quién perteneces.

365. Considera un traidor de Dios a quien habla una palabra sobre Dios a quienes no tienen derecho de escucharla.

366. Hablando sobre Dios el silencio es más precioso que las explicaciones temerarias.

367. El que dice mentiras sobre Dios calumnia a Dios.

368. Un hombre que no tiene nada verdadero para decir sobre Dios es abandonado por Dios.

369. El que no venera a Dios no puede conocerlo.

370. No puede adorar a Dios el que es injusto con los hombres.

371. El amor a la humanidad es el fundamento del culto a Dios.

372. El que se preocupa de todos los hombres y reza por ellos debe ser considerado como verdaderamente de Dios.

373. Realmente es propio de Dios salvar a los que ha elegido.

374. Pero es de hombres piadosos orar para que Dios dé la salvación.

375. Cuando tu oración está bajo la dependencia de Dios, entonces considera que tienes poder de parte de Dios.

376a. Un hombre digno de Dios es un dios entre los hombres.

376b. Verdaderamente Dios es el más grande, y un hijo de Dios lo más cerca mejor.

377. Es mejor no tener nada que tener muchas posesiones y no compartirlas.

378. Si cuando puedes no das al necesitado, no recibirás de Dios cuando necesites.

379. Compartir alimento con el necesitado con toda el alma es un regalo pequeño, pero por la buena disposición es grande ante Dios (cf. Mc 12,30; Dt 6,5 LXX).

380. Quien cree en un Dios que no se preocupa por nada, es como uno que no cree, menos que un ateo.

381. Honra mejor a Dios el que conforma su mente a Dios, hasta donde puede.

382. Dios realmente no necesita nada, pero se alegra en quienes comparten con los necesitados.

383. Que las palabras de los creyentes sean pocas, pero muchas las obras.

384. Un creyente deseoso de aprender es un obrero de la verdad.

385. Confórmate a las circunstancias para ser feliz.

386. A nadie temerás, si a nadie dañas.

387. Un tirano no puede quitar la felicidad.

388. Haz espontáneamente lo que debes hacer.

389a. No hagas nunca lo que no debes hacer.

389b. Afirma todo menos que eres sabio.

390. La causa de las buenas obras atribúyesela a Dios.

391. Ningún hombre sabio mira abajo, hacia la tierra o hacia las mesas.

392. El filósofo debe ser libre no sólo de nombre sino también de verdad(2).

393. Abstente de mentir, pues el que engaña también es engañado.

394. Saber quién es Dios; saber el significado de que Él está en ti.

395. Un hombre bueno es una hermosa obra de Dios.

396. Miserables son quienes dan a la palabra una mala reputación.

397. No destruye el alma la muerte sino la mala vida.

398. Cuando sepas por qué existes, te conocerás a ti mismo.

399. No se puede vivir según Dios sin obrar moderadamente, honradamente y rectamente.

400. La vida de un hombre incrédulo es una vergüenza.

401. Nunca compartas, ni involuntariamente, la palabra de Dios con aquellos de naturaleza mala.

402. La fe guía el alma de la tierra hacia Dios.

403. No llegarás a conocer la grandeza de un alma sabia sino sólo en la grandeza de Dios.

404. Lo que Dios da, nadie puede quitarlo.

405. Lo que el mundo ofrece no puede guardarse seguro.

406. El conocimiento de Dios es una sabiduría divina.

407. Un alma impura no debe osar hablar sobre Dios.

408. Examina las obras de un hombre antes que las palabras.

409. No creas todo lo que oigas.

410. Es fácil hacer suposiciones sobre Dios, pero decir la verdad sólo es posible para el justo.

411. No atormentes a tu cuerpo con tu alma, ni atormentes tu alma con los placeres del cuerpo.

412. Acostúmbrate a suministrar a las necesidades de tu cuerpo con moderación, y a las del alma piadosamente.

413. Alimenta a tu alma con la palabra divina, pero a tu cuerpo con alimentos simples.

414. Acostumbra a tu alma a alegrarse con todo lo bueno para gozarse.

415a. El alma que se alegra con las cosas pequeñas es deshonrada ante Dios.

415b. El alma del sabio escucha a Dios.

416. A través de Dios el alma del sabio sintoniza con Dios.

417. El alma del sabio siempre percibe a Dios.

418. El alma del sabio siempre está unida a Dios.

419. El corazón de quien ama a Dios está seguro en las manos de Dios (cf. Sb 3,1).

420. Por la palabra de Dios el alma se eleva hacia Dios.

421. El sabio acompaña a Dios, y Dios al alma del sabio.

422. El que gobierna se alegra en lo que gobierna, y Dios se goza en el sabio.

423. El que gobierna es inseparable de lo que gobierna, también Dios vigila y cuida al sabio.

424. El hombre sabio es gobernado por Dios, por esto también es bienaventurado.

425. El alma del sabio es examinada por Dios a través del cuerpo.

426. No es la lengua del sabio lo que es valorado por Dios, sino su prudencia.

427. Aunque silencioso el hombre sabio honra a Dios, sabiendo ante quién está, en silencio.

428. No es confiable quien no controla el estómago y sus órganos inferiores.

429. El hombre intemperante deshonra a Dios.

430. El conocimiento de Dios hace un hombre lacónico.

431. La ignorancia(3) produce muchas palabras sobre Dios.

432. El hombre que contempla a Dios no alardea con mucha jactancia.

433. El hombre elegido hace realmente todo según Dios, pero no afirma ser (elegido).

434. El hombre fiel está siempre temeroso, hasta que llega a Dios.

435. El hombre que se sacia con una comida opípara y siempre duerme acompañado de noche no puede escapar de la sociedad (con sus pasiones).

436a. El destino no hace un creyente.

436b. El destino no gobierna la gracia de Dios, porque sino también (gobernaría) a Dios.

437. Un hombre fiel recibe negativamente los impulsos del cuerpo.

438. Un hombre fiel es alimentado por la temperancia.

439. Conoce las palabras y las obras de Dios, y hónralo como corresponde.

440. Considera que nada de lo que es malo es propio de Dios.

441. Un alma fiel es pura, sabia y profeta de la verdad de Dios.

442. No amarás a Dios si no tienes en ti lo que es propio de Dios (cf. Mt 22,37; Mc 12,30; Lc 10,27; Dt 6,5 LXX).

443. Conoce que como es querido así (quiere).

444. No amando a Dios no estarás ante Dios.

445. Acostúmbrate a mirar siempre hacia Dios.

446. Contemplando a Dios te contemplas a ti mismo.

447. Contemplando a Dios harás que tu inteligencia se conforme a Dios.

448. La adoración está en ti, no la insultes con los deseos del cuerpo.

449. Mantén sin mancha tu cuerpo, como la vestimenta del alma dada por Dios, como también mantienes sin mancha la túnica, la vestimenta de la carne.

450. La mente del sabio es un espejo de Dios.

451. No permitas a un alma intemperante hablar de sobre Dios.

Notas

(2) Literalmente: “de alma”.
(3) Otra versión posible: “la inexperiencia...”.


(1) También se puede traducir por: benevolencia, cordura, buen juicio.