OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (119)

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Ascensión
Hacia 1320
Pacino de Bonaguida
Laudario de santa Inés
Florencia (Italia)
CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, STROMATA

LIBRO I

Capítulo XXII: Cronologías (continuación)

   Últimos reyes de Judá

118.1. Después de Joás hereda el reino su hijo Amasías (cf. 2 R 12,22) durante treinta y nueve años (cf. 2 R 14,2: dice 29 años); a éste le sucede también su hijo Ozías durante cincuenta y dos años, y murió de lepra (cf. 2 R 15,1-2. 5; 2 Cro 26,21). Bajo su reinado profetizan Amós, Isaías su hijo, Oseas el hijo de Beeri, y Jonás el hijo de Amitay (cf. 2 R 14,25), quien oriundo de Get Cober predicó a los ninivitas, después de salir del cetáceo.

118.2. Más tarde reina Jonatán, el hijo de Ozías, durante dieciséis años (cf. 2 R 15,32-33). Profetizan también durante su mandato Isaías (cf. Is 1,1), Oseas (cf. Os 1,1), Miqueas de Moreset (cf. Mi 1,1) y Joel, hijo de Batuel (cf. Jl 1,1).

Deportación de Israel

119.1. A éste [Jonatán] le sucede su hijo Acaz durante dieciséis años (cf. 2 R 16,1-2; 2 Cro 28,1). En el año décimo quinto de su reinado Israel fue deportado a Babilonia, y Salmanasar, rey de los asirios, trasladó a los samaritanos hacia Media y Babilonia (cf. 2 R 18,9-11).

119.2. A su vez Oseas sucede a Acaz durante ocho años (cf. 2 R 17,1: Oseas es rey de Israel, no de Judá, y el texto bíblico dice que reinó 9 años), y después Ezequías por veintinueve años (cf. 2 R 18,1-2). Según Isaías, al final de su vida Dios le concede por su virtud vivir otros quince años haciendo retroceder el sol (cf. Is 38,5-8).

119.3. Isaías, Oseas y Miqueas continúan profetizando durante su [reinado]. Se dice que éstos son posteriores a Licurgo, el legislador de los espartanos (lit.: lacedomonios).

119.4. Dieuquidas en el libro IV de las "Megaricas" coloca el momento culminante de Licurgo hacia el año doscientos noventa después de la conquista de Troya.

119.5. Isaías profetiza trescientos años después del reino de Salomón (970-931 a. C.), bajo el cual tiene lugar la llegada de Menelao a Fenicia, como se ha demostrado (cf. I,114,2 y 117,6), e igualmente Miqueas, Oseas y Joel, hijo de Batuel.

Josías

120.1. Después de Ezequías, su hijo Manasés reina durante cincuenta y cinco años (cf. 2 R 21,1); más tarde el hijo de éste, Amós, reina dos años (cf. 2 R 21,19); a continuación su hijo Josías, celoso observador de la Ley, reina durante treinta y un años (cf. 2 R 22,1-2). Éste amontonó los miembros de los hombres sobre los miembros de los ídolos (cf. 2 R 23,14. 20), como está escrito en el "Levítico" (cf. Lv 26,30).

120.2. En el año dieciocho de su reinado se celebró la Pascua, que desde Samuel no se había celebrado en todo ese tiempo (cf. 2 Cro 35,18-19). También entonces el sacerdote Jilquías, padre del profeta Jeremías, encontró por casualidad el libro de la Ley y lo depositó en el Templo (cf. 2 R 22,8); luego murió. En este tiempo profetizan Olda (cf. 2 R 22,14), Sofonías (cf. So 1,1) y Jeremías (cf. Jr 1,2).

120.3. En tiempos de Jeremías aparece también Ananías, un falso profeta (cf. Jr 28,1 ss.). El mismo Josías, desobedeciendo al profeta Jeremías, fue muerto junto al río Eufrates por Necao, rey de Egipto, cuando marchaba contra los asirios (cf. 2 R 23,29).

Últimos reyes de Judá. Recapitulación

121.1. A Josías le sucede su hijo Jeconías, llamado también Joacaz, durante tres meses y diez días (cf. 2 R 23,31; 2 Cro 36,1-2: 3 meses). El rey de Egipto, Necao, le lleva encadenado a Egipto después de haber hecho rey a su hermano Joaquim mediante un tributo del país, y [reinó] durante once años (cf. 2 Cro 36,5-8).

121.2. Después de éste reina su homónimo Joaquim durante un trimestre (cf. 2 R 24,8); luego Sedecías, once años (cf. 2 R 24,18).

121.3. Jeremías permanece profetizando hasta este [reinado], y con él profetizan también Buzi (cf. Ez 1,3), Urías el hijo de Semaya (cf. Jr 26,20), y Habacuc (cf. Ha 1,6); y éste es el final de los reyes hebreos.

121.4. Así, desde el nacimiento de Moisés hasta el destierro (587 a. C.) hay novecientos setenta y dos años, según algunos (cf. Taciano, Discurso contra los griegos, 36); pero conforme a la cronología exacta hay mil ochenta y cinco años, seis meses y diez días. Desde el reinado de David hasta la cautividad impuesta por los caldeos hay cuatrocientos cincuenta y dos años y seis meses; pero nuestra cronología exacta cuenta cuatrocientos ochenta y dos años, seis meses y diez días.
La deportación a Babilonia

122.1. En el año duodécimo del reinado de Sedecías (cf. I,121,2: serían los últimos días del undécimo año), setenta años antes de la soberanía persa, Nabucodonosor realizó una expedición contra fenicios y judíos, como afirma Beroso en su “Historia de los caldeos”.

122.2. Por otra parte, Juba, en los “Escritos asirios”, confiesa que obtuvo esa historia de Beroso, atestiguando la veracidad del historiador.

122.3. Entonces, Nabucodonosor deja ciego a Sedecías, le conduce a Babilonia y deporta a todo el pueblo (el destierro dura setenta años), excepto unos pocos que se refugiaron en Egipto (cf. 2 R 25,7; Jr 39,1 ss.; 43,7).

122.4. Profetizaban, durante el reinado de Sedecías, Jeremías y Habacuc; y en el año quinto de su reinado Ezequiel profetizaba en Babilonia (cf. Ez 1,2); y después el profeta Nahum y más tarde Daniel; después de Daniel profetizaron Ageo y Zacarías durante dos años, bajo Darío I (cf. Ag 1,1; Za 1,1), y finalmente el Mensajero (= Malaquías), uno de los doce [profetas menores].

Durante la cautividad en Babilonia

123.1. Después de Ageo y Zacarías, Nehemías, el copero mayor de Artajerjes e hijo del israelita Aqueli (cf. Ne 1,1: Jakalías; y 2,1), construye la ciudad de Jerusalén y restaura el templo.

123.2. Durante esa cautividad aparecen Esther y Mardoqueo, de quien habla un libro, como también de los Macabeos.

123.3. Bajo esa cautividad, Misael, Ananías y Azarías, al no querer adorar una imagen idolátrica, son arrojados a un horno ardiendo y son salvados por la aparición de un ángel (cf. Dn 3,19 ss.).

123.4. Por entonces, Daniel es arrojado, por culpa de un dragón, en una fosa de leones, y alimentado durante siete días, gracias a la divina Providencia, es salvado por Habacuc (cf. Dn 14,1 ss.).

123.5. Entonces también ocurrió el milagro de Jonás (cf. Jon 2,1 ss.); y Tobías, por intervención del ángel Rafael, tomó por esposa a Sara, una vez que el destino matara a sus siete primeros pretendientes; después del casamiento de Tobías, su padre Tobit recobró la vista (cf. Tb 6,12 ss.; 3,8; 11,11-13).

La restauración de Jerusalén. Recapitulación

124.1. Zorobabel, habiendo vencido en sabiduría a sus contrincantes, recibe de Darío, como recompensa por los servicios, la restauración de Jerusalén y juntamente con Esdras vuelven a la tierra patria (cf. Esd 3,1 ss.).

124.2. Por él tiene lugar el rescate del pueblo, el reconocimiento y la renovación de los textos inspirados por Dios, se celebra la pascua salvadora y se puso fin el matrimonio con extranjeras (cf. Esd 6,3 ss.; 9,1 ss.; Ne 8,1 ss.).

124.3. Además, Ciro proclama la vuelta de los hebreos [a Palestina], y la promesa realizada bajo Darío es celebrada mediante la fiesta de la Consagración del templo, al igual que la del Tabernáculo (cf. Esd 6,3 ss.).

124.4. Todos esos años, incluyendo los de la cautividad hasta la vuelta del pueblo, y desde el nacimiento de Moisés, hacen un cómputo de mil ciento cincuenta y cinco años, seis meses y diez días; y desde el reinado de David hay, según algunos, quinientos cincuenta y dos años; aunque más exactamente hay quinientos setenta y dos años, seis meses y diez días.